La movida cultural en y desde el norte de los Andes

 

Ya hoy Bogotá es el centro cultural más grande de América Latina, múltiples actividades de diversa índole se dan semana a semana –Miami es un centro de mucha farándula, relaciones públicas y comercio- . Sin embargo, no lo es todo.

Detrás, y a la par de Bogotá, está el resto del norte de los Andes, Medellín, Ibagué, Pereira, Mérida –y arrastra a San José de Cúcuta, San Cristóbal, sur de Zulia, Barinas, Trujillo y hasta a Lara-, San Cristóbal –los que se queden por fuera, disculpas, seguro algo se escapa-. Y genera una proyección hacia la costa caribeña, Sierra de Perijá y Lago de Maracaibo, donde está Valledupar, Cartagena, Barranquilla, Maracaibo y Barquisimeto en Lara hasta Carabobo, Aragua, Miranda, Caracas y más allá.

Se comienza a vivir una movida cultural-artística impresionante, quizá la mejor de la historia. Porque son, como se dijo, distintas actividades.



Este fenómeno es extraño, sí, extraño, porque las movidas de este talante se dan donde hay detrás dinero para invertir en ellas. Es bastante paradójico, porque son tiempos oscuros, muy oscuros en lo socio-político –y de ello no vale la pena hablar-; no obstante, se da y se da con el poco dinero que haya para ello. Lo que sí hay mucho es, definitivamente, voluntad, voluntad de las personas involucradas que creen en lo suyo, en sus hijos o familiares. Y esa debe ser la causa. Ahí se va.

Son muchas las actividades en música, pintura, poesía, arte plástico, artes escénicas, gastronomía, literatura, investigación,... Ya luego, van otras actividades también interesantes.

En escritura, investigación y gastronomía es muy grande el crecimiento en el ámbito. Entre escritores, interesados, librerías y centros culturales se vincula el turismo –quizá lo menor es el lector, pero allí van-. Los datos los puede tener la Cámara Colombiana del libro y algo la de turismo.

En la música popular se hace un paneo, aunque sea bien precario –quedan por fuera muchos-, es lo permitido para estos espacios:

Hay proyectos activos y otros por tiempos suspendidos, pero están.

Se presentan indistintamente de las ciudades o regiones y aleatoriamente –en esto se consideran los de la región ampliada, así estén fuera de ella en estos tiempos-:

Además de los consolidados que siguen como Aterciopelados (@aterciopelados), Desorden Público (@desordepublico), Juanes (@juanes), Fonseca (@fonsecamusic), Santiago Cruz (@santicruz), Andrés Cepeda (@andrescepeda), Manuel Medrano (@manuelmedrano)...

Y detrás de ellos ya Don Tetto (@dontetto), The Mills (@themills), Monsieur Periné (@monsieurperine), Luis Fernando Borjas (@luisfborjas), Beet Acosta (@acosta), Ronald Borjas (@ronaldborjas), Burning Caravan (@burningcaravan), Rawayana (@rawayana), Laura Guevara (@lalauraguevara) y Doctor Krápula (@doctorkrapula),...

Se vienen Charliepapa (@_charliepapa), Los Mesoneros (@losmesoneros), La Vida Boheme (@lavidaboheme), Lovespell (@lovespell), Prófugos de la Luna Roja (@profugoslr), Pasaje Project (@pasajeproject), Morat (@morat), Zoller (@zollerbanda), Capitán Mostacho (@capitanmostacho), Mortus Stella (@mortustella), Antoine D'Artagnan (@antoinedarta), Cherlatte (@cherlatteoficial), Insok (@insokbanda), Inconveniente (@inconvenientebanda), Montecassino (@montecassino_), Una noche en Bogotá (@unanocheenbogota_band), Los Virtus (@losvirtus), Lecruz (@lecruzmusic), Afrochill (@quediceafrochill)

Y siguen: Alma de León (@almadeleonmusic), One chot (@onechot), Los Batz (@losbatz), TerraLuna (@terraluna_banda), Armenia (@armeniamp3), Piel Camaleón (@pielcamaleon), FabiRam (@fabiram.music), Theo Lud (@lud_theo), La Doble A (@doblearock), Tren Cabaret (@trencabaret), Boca de serpiente (@bocadeserpiente), Spined Wings (@spinedwings), Chris Torres / Ceté (@christortov), Grupo Dopler (@dopler), Meruva (@meruvamusic), La Capital Beat (@lacapitalbeat), Disparate social (@disparatesocial), Paulo Páramo (@pauloparam0), Borococo (@borococoband), Betto Alzate (@bettoalzate), Ruzz (@ruzzmusica), Paula Soto (@paulasotofv), Vals Monserrat (@valsmonserrat), Burnout (@burnout_vst), Lo mismo decían de Juana (@lomismodeciandejuana), Nina Romero (@ninaromeromusic), Americania (@americania), Pía Páez (@lapiapaez), Maripau (@maripauzone), Vargas (@vargasmusica), Santos de la Rosa (@santosdlrmusica) y muchos más.

Es una lista larga.

También muchos músicos-productores, productoras de música y eventos, entre los que se cuentan Abril Records, Imperatori Estudios, Sueña Records, Teslar Studios, Esarte productora, Páramo presenta, Cusica, Altar audio, Sampling Studios,...

No se puede ni debe dejar de mencionar a los músicos-educadores, músicos en general y centros de educación y culturales públicos y, en gran medida, los privados o mixtos. Por igual a los sitios donde se ofrecen los espacios para conciertos, “toques”, actuaciones o shows que son muchos y de diversos ámbitos y gustos. En Bogotá hay muchísimos, en el resto hay menos, pero también hay bastantes, es cuestión de indagar por internet y se consiguen.

Al final, lo que tienen es que estar dispuestos a escuchar música hecha desde el sentimiento, no por hacer dinero, sino desde la pasión del artista.

Y esto es, como se dijo, sólo un breve panorama, faltan muchos y vienen muchos más, hay gente formándose y educándose a costa de lo que se venga –ellos mismos o sus familiares se dedican a formarlos y a pagar sus estudios con enorme sacrificio-.

Esto ha sido posible, según un estudio empírico, -de meses, cercano a los dos años-, realizado en conjunto con la Dirección de la casa matriz de nuestras empresas: Chamaes @chamaess

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